Este día recordamos a las trabajadoras de la fábrica Cotton New York, que en 1908 se declararon en huelga. Las 129 mujeres fueron quemadas vivas, como brujas en una hoguera, simplemente por alzar la voz y reclamar los derechos que les estaban quitando. Se dice que estaban trabajando con tela violeta en ese entonces, color que se ha convertido en símbolo de la lucha.
Este día recordamos a las sufragistas de Reino Unido y a las Masonas de España, pioneras del feminismo. Recordamos a Marie Curie, a Sor Juana Inés de la Cruz, a Mary Wollstonecraft, a Paulina Luisi, a Virginia Woolf, a Frida Kahlo, a Nawal El Saadawi , a Victoria Ocampo, a María Rojas Tejada, a Martha Cecilia Velez Saldarriaga y a todas las mujeres que ahora mismo están en las calles protestando, alzando la voz, perdiéndole miedo al patriarcado.
Después de tanto tiempo, las mujeres siguen protestando por prácticamente lo mismo. En comparación a 1857 hemos avanzado, pero sólo un poco. Las manifestaciones, similares a la de las 129 mujeres asesinadas en ese entonces, pero con más fuerza, se siguen viendo.
NO es un día de celebración porque las calles se siguen llenando de voces femeninas reclamando sus derechos. NO será un día de celebración hasta que el sueño de todas, incluyendo el de aquellas trabajadoras newyorkinas que salieron a marchar en 1857, se cumpla: Un mundo equitativo, sin brecha laboral ni mujeres asesinadas por haber nacido mujeres.
Al convertirlo en un día de festividad, banalizamos la lucha, así que felicitemos a las mujeres por seguir peleando, no por ser mujeres.